sábado, 7 de noviembre de 2009

Apostando por la música en directo

Hace un par de semanas, llegaba hasta mis oídos una curiosa y a la vez pienso que acertada propuesta desde un lugar cercano al mar. Los que me conocen saben cómo me tira eso de tener sensaciones pegado al Atlántico, colmado de olas y complacido por toda la arena. Como bien dice un buen amigo “cada uno es cada uno”, y a mí me satisface en gran manera pasar buenos ratos lo más próximo a la playa, da igual la época de año que sea. Afortunadamente, gozamos de uno de los mejores climas de Europa y de más horas de sol que nadie en el territorio español.

Si a todo esto encima le añadimos la música, entonces a mi no hay quien me mueva del sitio. Ante mi curiosidad, me acerque hace un par de sábados a conocer aquel lugar donde supuestamente la música se hace más humana si cabe. Y sinceramente, ha sido una sorpresa de mayúsculas proporciones. Después de charlar con sus gerentes un buen rato, pude observar como en sus palabras brotaba sobre todo la ilusión por recrear en un espacio de dimensiones casi únicas, un proyecto a medio o largo plazo donde la música no sólo tiene cabida como algo más, sino que se le da la importancia que se merece.

Y yo como soy de los que piensan que la música en estos sentidos está tan maltratada, admiro con gran entusiasmo a todo aquel que apoya sin condiciones cualquier ayuda y esfuerzo por hacer que los conciertos en directo sean parte importante de sus actividades. Es más, programar este tipo de eventos conlleva una serie de sacrificios y trabajo que estoy seguro alguno sería incapaz de llevarlo a cabo; no por no poder, si no por no atreverse. Esto lo digo con todo convencimiento porque recapacito desde mi tesitura y disposición.

La Sala Atlántida, a la salida de El Portil, en dirección hacia El Rompido, está programando todos los domingos al mediodía una serie de audiciones y conciertos que me da a mí la sensación de que va a dar mucho que hablar. Y lo mejor es que esto no es el único ofrecimiento que nos dan. Desde media mañana ya se puede disfrutar de su terraza interior tomando unas cervezas y aprovechando del espacio para tener la sensación marítima sin estar propiamente en la playa. Además tienen cercano un parque infantil, con lo que el problema niños está solucionado.

Posteriormente, a la hora del almuerzo, nuestro amigo Antonio y sus colaboradores nos invitan, literalmente, domingo tras domingo a una sorpresa gastronómica. Una degustación que puede variar desde una gran paella, pasando por unos garbanzos, o una excelente barbacoa con chacinas de la sierra de Huelva. Y totalmente gratis, a cuenta de la Sala y como ofrecimiento a todos aquellos que se acerquen hasta allí para escuchar música en vivo.

Ciertamente es una oferta difícil de rechazar. Y si encima la sobremesa, a eso de las cuatro de la tarde, es amenizada por un concierto en directo de algunos de los músicos y de las bandas más sobresalientes de Huelva, pues ya ni les cuento. Es decir, que pasamos un domingo con todas las letras: de relax absoluto, con buena comida, inmejorable ambiente, trato exquisito, agradable música y en un marco incomparable. Les aseguro que quien se acerca y conoce la Sala Atlántida vuelve en cuanto tiene un rato.

Estos últimos domingos, hemos podido disfrutar de gran manera de todo esto que les cuento. La idea es institucionalizarlo, y poder contar en la costa de Huelva con un lugar que nos oferta una agenda de conciertos incluidos en una operación tan laboriosa y completa. La idea es más que atractiva, con lo que pienso que este tipo de iniciativas tendrían que estar muy apoyadas. Y aunque no se subvencionen, sería ideal no ponerles muchas trabas.

Siempre es la misma historia: son muchos de los empresarios hosteleros de Huelva los que más apoyan a los músicos onubenses. Es de agradecer todos los esfuerzos de contar con actuaciones de música en directo en sus locales, y la mayoría de las ocasiones no sólo es que no se colabore, sino que encima desde muchos estamentos sociales y políticos se impide sistemáticamente este tipo de empresas.

Si viviéramos en otro lugar, se fomentaría mucho más, proporcionando una autentica cultura de interpretaciones musicales en directo. Queremos parecernos a nuestros hermanos europeos en todo lo que podamos. Pero en ese sentido estamos realmente alejados, en las antípodas. A ver si de una vez por todas si no quieren hacer nada por los músicos onubenses, que no lo hagan. Pero por lo menos que permitan que de otras manos emerja de una vez por todos los condicionantes y las grandes motivaciones artísticas de las que adolece nuestra tierra.

1 comentario:

  1. Me gusta lo que has escrito, hay que poner el alma en las cosas que merecen la pena.

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