domingo, 2 de mayo de 2010

Pepe Roca en la Sala Atlántida

Hay momentos, lugares y circunstancias en los que parece, o por lo menos tenemos esa percepción, que la música adquiere en sí misma, algo difícilmente explicable. Nos proporciona un plus, un carácter o un elemento de disparidad que hace sentir como esa música fluye de manera similar pero diferente a la misma vez. Esto solo se puede dar, lógicamente, si has asistido al mismo concierto o has escuchado en varias ocasiones al mismo grupo de músicos.

Pues bien, el pasado sábado, en un marco de belleza litoral inconmensurable y de complicada repetición, uno de los orgullos musicales de nuestra Huelva, autor de enormes obras musicales y marca y señal del rock andaluz, nos facilitó todas las sensaciones posibles de un concierto con ese componente de particularidad que a veces se suceden. Pepe Roca como factor de abastecer emociones, y la Sala Atlántida de El Portil como perfectos anfitriones, sumaron entre ambos las ganas, las satisfacciones y otros condicionantes para otorgarnos uno de esos momentos que difícilmente se podrán perder en nuestra memoria.

De nuestro querido amigo Antonio y de su generoso grupo de colaboradores, ya hemos hablado en otras ocasiones. Entre todos ellos hacen posible que un recinto como la Sala Atlántida, en un sitio privilegiado, muy cercano y con el olor a mar impregnándolo todo, han promocionado todos los fines de semana un concierto de muy buenas disposiciones. Hace falta en Huelva mucha gente con las ganas de proporcionar lugares donde se pueda disfrutar de la buena música, y la Sala Atlántida, casi saliendo de El Portil en dirección a El Rompido, en la rotonda de El Caño de la Culata, está funcionando de muy buenas maneras. Nuestro más sincero agradecimiento público a todos aquellos que fomentan la música en directo.

Pepe Roca hizo reunir, imaginamos que casi sin querer, a numeroso grupo de oyentes y amantes de su buen hacer, de sus melodías y de sus letras. Acompañado de su Toñi García a los coros y a la pequeña percusión, de su hijo José Carlos Roca al violonchelo, y conducido por su inseparable guitarra los temas propios y versiones fueron cayendo uno tras otro. No faltaron las obras cúlmenes de una época dorada de la música andaluza, haciendo un recorrido entre los grandes éxitos de Alameda, los notables temas de Jesús de la Rosa y Triana, algunas versiones sobre temas de Pedro Guerra, y algunas canciones relativamente nuevas.

Ante un numeroso y nutrido grupo de amigos y seguidores, la incomparable voz de Pepe Roca fue acrecentando aun más su propia leyenda viva, si cabe. Los grandes artistas son con el paso del tiempo aun más enormes, en cuanto a sabiduría y pozo de sonoridad. Es un autentico privilegio y una satisfacción increíble poderlo escuchar tan cercano y sincero. Cuando comienzan las primeras notas a sonar, es tremendo poder observar las caras de los asistentes. Es constante la sensación de tener la música a flor de la piel, y observar como a más de uno le resbalan lágrimas por las mejillas. Hay pocas músicas que hagan recrear un cumulo de sensaciones con tanta facilidad, por lo menos por este lugar en el que nos movemos.

Hablar de Pepe Roca es hablar de Alameda; y para ser justos, Alameda no sólo fue Pepe Roca. La inestimable aportación de grandes músicos en toda su trayectoria musical, que fue quizás demasiado corta a nivel discográfico, pero muy intensa en cuanto a producción, reunió en torno a Alameda a los hermanos Marinelli, Manuel y Rafael a los teclados – con impresionantes arreglos impregnados de esa autentica sonoridad andaluza –, a Manuel Rosa al bajo, y a Luis Moreno a la batería. Del mismo modo, tengo conciencia de varias colaboraciones de grandes músicos que en ese momento se encontraban en su entorno y que participaron de estas producciones discográficas de finales de los setenta y durante toda la década de los ochenta.

Es el caso de Luis Cobos “Manglis”, que grabó algunas guitarras. O Enrique de Melchor, guitarrista flamenco de la tradicional escuela Sevillana de Marchena. Asimismo, nuestro querido paisano y amigo Pepe Barros hizo coros en varios temas significativos, como ejemplo de estas participaciones. Y vamos a hacer un aporte que quizás muchos de ustedes desconozcan; y es que en un tema de Alameda llegó a grabar guitarras solistas el inconmensurable Paco de Lucía, que apareció con un seudónimo en los créditos por cuestión de pertenecer a otra discográfica.

La CBS se encargo de editar los álbumes de Alameda durante la época, haciendo una apuesta por está estética musical, muy de moda durante ese tiempo, pero con una calidad de irrepetible sensibilidad.

2 comentarios:

  1. Todo un placer descubrir tu blog César. Pero un reproche: no haber avisado que iba a tocar Pepe Roca en esa sala de la que hoy, por cierto, me ha hablado un amigo. Esas cosas se avisan hombre, jejejeje!! Saludos y gracias por el tiempo que nos dedicas.

    JPG.

    www.huelvaopina.blogspot.com

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  2. Muyyyy buenas JPG... gracias por tus palabras y por tu blog, el cual ya sigo. Ya sabes que las cosas culturales suelen tener menor tirón, pero dedique la información pertinente precisamente en el periodico al cual dedico la seccion de EL TEMPLETE aquel mismo sábado. Una lástima que no tuvieras la información antes... un saludo y gracias por leerme.

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