domingo, 11 de julio de 2010

Más música en el Café de Luz

Hay un rinconcito a la vera del mar, en el que se respira a sal y al crepúsculo de las bondades, al proliferar de las ilusiones y en el que con tan solo entrar, se escinden todos los aciertos y surgen las más increíbles fábulas luminosas y estivales. Bañado por el Atlántico, con una magnifica galería donde se contempla el más bello de los atardeceres del mundo, se encuentra el Café de Luz, situado en Urbasur entre Islantilla e Isla Cristina. Sus anfitriones, Reyes y José Yaque son símbolo de afabilidad y simpatía: son un auténtico encanto. No es nada fácil encontrarse en el mundo de la hostelería profesionales tan esplendidos y con tanta familiaridad.

Y encima, todos los viernes, el Café de Luz convoca y nos proporciona su espacio para poder disfrutar de un escenario donde cualquier manifestación artística se preste a ser interpretada. Aunque la mayor oferta es la musical, algo que nos alegra por la parte que nos roza. Ya saben nuestros amables y fieles lectores, que defendemos la música en directo como principal forma de exposición musical. Por lo tanto agradecemos de manera efusiva que las apuestas de manos privadas sobre las audiciones de bandas y grupos, sea directa y decidida.

Lo que a veces parece solo una actuación musical en un café o un bar, es mucho más que eso para espectadores y músicos. Algunos mini promotores están más pendientes de sus intereses que de todo lo que la música que está sonando les va a aportar en todos los aspectos. Se debe fomentar una cultura de músicas, un circuito que ya existe y es altamente demandado por muchos. Hace un par de días nos encontrábamos con unos buenos amigos con lo que compartíamos esta razón: comentaban de manera taxativa que “ahora sólo salían a algún local si había concierto o alguna actividad similar, nada de salir por salir, ni beber por beber”.

Afortunadamente, tanto algunos dueños de locales como las administraciones municipales se están subiendo al carro, demostrándose a ellos mismos que eso de la música enlatada sólo les satisface para los que tratan todo esto de manera frívola y superficial. Hay quien desde siempre se ha aventurado de manera valiente, y son estos los que han enseñado el camino a los demás, le duela a quien le duela. Muchos ahora, en mejor época, se jactan de abastecer las noches de música en vivo, pero la realidad es que para todas las cosas hay alguien arriesga algo más que los demás. Por ser pioneros no merecen ni más ni menos, pero es de recibo reconocer los meritos de unos y de otros.

En tiempo de verano, se agradece considerablemente que en las largas noches de calor y ociosidades se pueda uno acercar hasta algún recinto al aire libre o bien acondicionado y poder complacerse en sonoridades que nos produzcan buenas sensaciones. La música condiciona muchísimo nuestra personalidad, ya que como forma de expresión tiene lo más humano por un lado, y por otro la sensibilidad mística.
A veces, tal y como vivimos, nos olvidamos de nuestro lado más espiritual, y eso promueve una condición de vida alejada de una verdadera realidad. Sólo pensamos en los aspectos más materiales, en comprar, en saciar nuestra hambre consumista y televisiva, en facilitar que los grandes tiburones tengan cada día más y más, mientras la manipulación de nuestros intereses es palpable desde la objetividad. Eso sí, todos luego renegamos de dicha condición. No hace falta justificarse con nadie, tan sólo con uno mismo con cierto grado de reflexión y actuar en consecuencia.

Si volviéramos por nuestros fueros, en vez de defender tantas cuestiones de las que se valen todos aquellos que nos manipulan, seríamos más libres e íntegros. No sé si a lo mejor, podríamos ser más felices o no, pero viviríamos en completa uniformidad. Disfrutaríamos más de todo lo que nos rodea, participaríamos del pasado, de lo presente y del futuro con el máximo respeto y devoción, y difundiríamos todas las circunstancias culturales con respeto, humildad y admiración.

Y de este modo, todos los lugares con el ángel del Café de Luz, son un incentivo para la constante placidez y fortuna del que busca la ventura de la satisfacción. Gracias por apostar por la música en directo: sois parte, sin vosotros quererlo, de un mundo lleno de sensibilidad y pureza. Un sitio perfecto para contemplar el paso del tiempo y saborear las exquisiteces de unas buenas manos. Quizás tengáis la conformidad de la labor bien hecha, pero desde estas líneas abasteceros de todas las fuerzas para continuar con vuestra pelea constante y el alma de quien trabaja desde dentro, para los demás y para vosotros mismos.

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