domingo, 15 de agosto de 2010

Paco de Lucía (III)

Nos quedamos en el último Templete en el preciso instante en el que Paco va a ser conocido por todos a través de un tema básico y muy sencillo del que se ha escrito demasiado. En lo que no cabe duda es en lo que supuso para él y para todos los fieles seguidores del mundo flamenco que buscaban un nuevo formato de lenguaje musical dentro de este arte tan primitivo. El disco “Fuente y caudal”, del cual se extrajo este tema, ha quedado como una autentica joya de la época, teniendo en su segundo corte unos fandangos de Huelva llamados “Aires choqueros” que han sido siempre orgullo de muchos onubenses.

Pero el espaldarazo definitivo, por parte de crítica y público, va a llegar dos años después en una noche memorable y renombrada en multitud de ocasiones en el Teatro Real de Madrid. Fue la primera ocasión en la que el flamenco entraba por derecho propio en el templo de la música en España. Y no contentos con lo conseguido, no se sabe cómo, se vendieron más entradas de la cuenta o bien los espectadores de los lugares más altos se dirigieron hacia el escenario, subiéndose al espacio escénico. De esta manera, cuando Paco de Lucía accedió desde camerinos, sólo encontró una pequeña tarima de unos pocos metros cuadrados libre para poder dar el concierto. De dicho concierto, se va a grabar un disco de directo.

En estos años, más concretamente en 1977 se casa con Casilda Varela ante la oposición de su familia, ya que su abuelo, el General Varela, fue un importante mando militar del régimen franquista. De este matrimonio nacen Casilda, Lucía y Curro. En esta época va a grabar su “Almoraima” (1976) y unos de nuestros discos preferidos, donde aporta al concepto de música culta española a su relación con lo popular y con el flamenco: “Paco de Lucía interpreta a Manuel de Falla” (1978).

A comienzos de los 80, Paco va a formar un sexteto musical que le acompañará durante muchos años, y con los que incluso va a grabar varios discos. Esta agrupación la van a formar dos de sus hermanos, Ramón de Algeciras a la segunda guitarra y Pepe de Lucía, padre de la cantante Malú y afincado en la provincia de Huelva, al cante. Se va a introducir de forma implacable el bajo eléctrico fretlees de Carles Benavent, dándole aun más un sentido libre de la melodía al acompañamiento en toda la sección de graves.

Otra de las grandes apuestas para acompañar al maestro de Algeciras fue Rubén Dantas, percusionista brasileño que va a implantar en el mundo del flamenco el concepto del cajón peruano, algo que hoy en día es inseparable de muchas de las manifestaciones del arte musical andaluz. De la misma manera, arriesgando y aportando un nuevo invitado a su manera de ver la música, nos brindó la oportunidad de conocer a Jorge Pardo, saxofonista y flautista con una estética dentro del jazz y la fusión realmente interesante. Nunca le ha perdido la cara a esto del flamenco, y desde Madrid ha seguido en solitario en esa idea que tanto nos legaron. Para finalizar, y además el último en llegar, el malogrado Manolo Soler, percusionista y bailaor sevillano con el que se cerraron años de grandes giras y rotundos éxitos.

Nos atrevemos a decir sin ningún tipo de miedo, que esos años fueron los de mayor expansión del flamenco a nivel universal, concediéndole su lugar en el conocimiento musical internacional y en la admiración de multitud de seguidores por todo el mundo, tanto como aficionados como participantes en cante, baile y toque.

A la par, va a vivir una de las experiencias quizás más dificultosas de toda su carrera musical. En un autentico hito de la fusión musical y su desarrollo, que durante esos años se pone de moda y se instaura como una realidad hasta nuestros días, se va a hermanar con otros dos guitarristas de corte completamente diferente. Nos estamos refiriendo a Al Di Meola y a John Mclaughlin: el primero, guitarrista norteamericano reconocido como uno de los grandes del jazz fusión, trabajando con grandes como Chick Corea, y el segundo guitarrista ingles inmerso en el rock ecléctico y también en el jazz, figura muy destacada al haber trabajado con Jimi Hendrix en sus comienzos, Carlos Santana o Jaco Pastorius por poner algún ejemplo.

El trío en sus comienzos lo constituyeron Paco y John juntos con Larry Coryell, pero este finalmente terminó siendo sustituido por Al Di Meola. Llegaron a grabar tres primeros discos entre 1981 y 1984, de lo que se vendieron millones de copias por todo el mundo. Cada uno de los cuales están plagados de intensidad, virtuosismo y denotan como la música no hace caso y no obedece ni a orígenes ni a culturas. Volvieron a reunirse en 1996 con motivo de una nueva grabación.

1 comentario: